Las casetas son la esencia misma de la feria y las hay de dos tipos: públicas y privadas.
Esto puede ser un poco difícil de entender para los visitantes acostumbrados a otro tipo de ferias, pero aquí las casetas son cerradas. Las que han levantado asociaciones privadas solo permiten el paso a socios o con invitación, mientras que las que pertenecen a organismos públicos permiten la entrada libre.
Siempre es bueno tener un amigo en Sevilla para que nos invite a su caseta, y además nos presente a más amigos con más casetas. Ése es el espíritu de la Feria de Sevilla, relacionarse con sevillanos e ir de caseta en caseta.